Hoy, 19 de Marzo a la 1:30hs, falleció a los 90 años en su casa de Sri Lanka el prolífico Arthur C. Clarke.
Clarke fue divulgador científico, escritor de ciencia ficción, creador de la idea de los satélites en órbita geoestacionaria, y por tanto futurólogo, prediciendo nuestro futuro cercano con muy buen tino.
Es de remarcar su obra de divulgación y de ficción, que entrelazándose en sus relatos, hizo volar la imaginación de miles de personas que han hecho avanzar la ciencia y la técnica realmente.
Como es de esperar de una persona de ciencia, Clarke no podía fallar en sus predicciones ya que no violaba ninguna ley física: jugando con su imaginación y para deleite de sus lectores, daba el siguiente paso lógico en esa dirección para contarnos como será nuestro futuro.
Hace no mucho veíamos (otra vez) 2001, una Odisea del Espacio, una película basada en su novela, que a su vez se basa en la película: sobre la idea original con que trabajó Kubrick a la par de Clarke, la novela se retroalimentaba de las imágenes de la película. Esto explica entre otras cosas las diferencias entre una y otra, sobre todo por los distintos desenlaces. Noté tristemente que los chicos de 15 años no aprecian la película para nada: para ellos falta acción y efectos especiales. Yo al recordar la escena de la azafata caminando por el cilindro de la nave hasta quedar de cabeza no puede evitar sobresaltarme pensando que se filmó en un escenario a tamaño natural que o bien giraba o bien hacía girar la cámara para darnos esa sensación... sin mencionar la mítica imagen de la tierra saliendo sobre el horizonte lunar, concebida antes de la llegada del hombre a la luna.
El pintoresco Clarke decía cosas como esta:
- "Cualquier tecnología suficientemente avanzada es indistinguible de la magia."
- "No creo en Dios pero estoy muy interesado en él."
- "Cuando un científico prestigioso pero anciano afirma que algo es posible, seguramente lo es, cuando afirma que algo es imposible, lo más probable es que esté equivocado."
Será enterrado en un funeral estrictamente laico, y según su voluntad su ADN será enviado al espacio en trayectoria para abandonar el sistema solar... esa era su esperanza de una vida después de la muerte.
Todavía podemos disfrutar un tiempo de sus predicciones para el siglo XXI. Se me antojan optimistas, pero así era él: tenía fe en todos nosotros.
vía, comunicado de NASA, y casi toda la red.
un brindis por arthur que está en el monolito junto con dave y hal :)
ResponderBorrarEsteban