lunes, 29 de diciembre de 2008

¿Nos sobrevivirán nuestras creaciones digitales?

Interesante cuestión que plantea Miguel Ángel Criado en Público.es a la hora de plantearnos qué será de todo el material digital que como humanidad estamos creando.

"Dentro de 50 ó 100 años, las fotos familiares impresas habrán amarilleado y los libros en papel estarán ajados, pero podrán verse y leerse. Sin embargo, sus versiones digitales, probablemente, se hayan perdido para siempre".

"La gente cree que, al ser cadenas de ceros y unos, mientras podamos mantener una copia íntegra de cada cadena, la información digital vivirá para siempre", cuenta el profesor de Informática y Biblioteconomía de la Universidad de Illinois (EEUU), Jerome McDonough. "Pero de lo que se trata es de conservar no los datos sino la capacidad de poder acceder a ellos", alerta.

Y da en el clavo, ya que por más que podamos pasar la información de un medio de almacenamiento que se quede obsoleto a otro vigente (de cintas a discos rígidos, de floppys a pendrives, etc), lo importante es que se conserve la capacidad de interpretar los formatos de almacenamiento para poder volver a procesarlos y mostrar la información contenida en ellos. Una imagen CDR o un audio MP3 por ejemplo son una cadena de ceros y unos, pero dependemos de la capacidad de interpretación del formato para recostruirla adecuadamente y obtener una imagen o un audio con sentido nuevamente.

Una medida que podría prevenirnos de este problema tecnológico es usar formatos abiertos, ya que al menos se dispone públicamente de la especificación del formato y también de software libre que lo implemente, que ocacionalmente podría adaptarse para funcionar en las computadoras del futuro.

Estos formatos ya son una realidad: SVG, ODT, JPEG, PNG, MBOX, DXF, XVID, Dirac, Theora, PDF, RTF, TXT, HTML, EPUB, DjVu, FLAC, SPEEX, Vorbis, GZip, Tar, Bz2...

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