miércoles, 16 de septiembre de 2009

El Kindle (o como una corporación tiene más poder que un Estado)

Muchos de Uds ya conocen al Kindle, el lector de libros electrónicos de Amazon. Para los que no lo conocen, bueno, es un lector de libros electrónicos que permite comprar on-line libros del catálogo de Amazon gracias a su conexión Wi-Fi, lo que le posibilita usar también algunos servicios en línea, pero lo importante es que es para leer libros.

Nuestra reflexión sigue a la historia del borrado de un libro, y se resume más o menos así:

  • El 18 de Julio del 2009 Amazon sin previo aviso borra de los Kindle las copias de "1984", la novela de George Orwell, por un pleito con el titular del copyright, que no le permitía la distribución electrónica del libro.

  • El 24 de Julio del 2009 tras las múltiples quejas de sus usuarios y un par de demandas insignificantes (parece que alguien perdió las notas que tomaba del libro para un trabajo de la universidad) el CEO de Amazon, Jeff Bezos, se disculpa y promete que la empresa va a tomar "mejores desiciones en el futuro".

  • Después de tener a la prensa y a los usuarios en contra, Amazon decide el 3 de Septiembre devolver el libro a quienes lo habían comprado, acreditándoles u$s30.00 para que elijan ese u otro o enviarles un cheque a su casa.

A todo esto los blog y varios medios aplauden "la cálida disculpa" de Jeff Bezos y ahora ovacionan la decisión de devolver los libros borrados, como muestra de que el gigante de los libros es capaz de reflexionar y escuchar a sus usuarios y consumidores.

Bien, sin embargo, hay algo terriblemente mal en todo este asunto: cómo es que una empresa puede retirar a sus cliente el objeto ya comprado sin su consentimiento? Si esto fuera un libro impreso, hubiera sido como meterse en casa de cada cliente para llevarselo! Que el libro sea digital y no impreso en formato árboles muertos no significa que no sea una "cosa" (es decir, no es un servicio que unilateralmente puede dejar de prestarse).

Pero además en los comunicados de prensa Amazon sostuve que "We are changing our systems so that in the future we will not remove books from customers' devices in these circumstances." (Estamos cambiando nuestros sistemas para que el el futuro no removamos los libros de dispositivos de los clientes en estas circustancias), lo cual es aterrador porque significa que están pensando en otras circunstancias en las que sí borrarán lo comprado de todas formas.

Todo esto pasando aterradoramente por encima de toda cuestión ética, moral y legal, además de mostrando que una corporación tiene ingerencias muy superiores al territorio de un estado. Irónicamente "1984" en su distopia ilustra las consecuencias de un poder totalitario que es capas de manejar la información, los libros y hasta el significado de las palabras.

Mientras Amazon conserve la capacidad de hacer estos atropellos, atentando contra la intimidad y la propiedad privada impunemente, algo estará mal... y si después la gente se muestra feliz por el regalo (o soborno) de u$s30.00 por un libro que habían pagado u$s5.00, algo estará muy mal entre nosotros.


PD: no pudimos dejar de recordar el ensayo de Richard Stallman "El derecho a leer". Es cortito y entretenido, pero resulta que está dejando de ser ficción...

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