Publicidad, ética e invasión de la privacidad

La publicidad es un negocio genuino, nadie lo niega. Involucra a profesionales interdisciplinarios que conocen sobre comunicación social, medios gráficos, radiales, televisivos, productos, marcas, distribución, arte, cinematografía, dirección y que deben condensar todo su saber en una imagen, unas pocas palabras o unos segundos de video.

Incluso la publicidad es a veces el único medio de ingresos a sitios web que gracias a este aporte pueden ofrecer material abundante y de buena calidad a todo el mundo digitalizado a costos nominales cero.

Pero cuando la publicidad pierde la ética y quiere engañar al consumidor, pasamos a otro tema. Esto no es algo nuevo y debe existir desde los pregones cantados anunciando las empanadas más ricas del mundo o los pastelitos más crocantes, que podemos considerar una mera exageración de atributos genuinos, hasta la estafa de la oferta de tónicos milagrosos y el aceite de serpiente.

Pero la tecnología avanzó y apareció la publicidad invasiva de la que creo que su mejor exponente es la publicidad en internet, con sus propias malas prácticas como las ventanas emergentes o popups, que afortunadamente todo navegador serio ya bloquea. Navegando por IMDB encontramos una publicidad horrible, que combina el engaño, el mal gusto y lo invasivo por partes casi iguales (ampliar imagen de este artículo). Esta publicidad se presenta con el formato del administrador de archivos de los sistemas Microsoft, creando la ilusión de que la publicidad consiste en archivos en el propio sistema.

A nosotros no es fácil engañarnos con esto porque usamos Debian GNU/Linux y los administradores de archivos no se parecen, pero no queremos ni pensar el desconcierto para los no entendidos ni el el estupor para los que saben que puede generar semejante cosa al navegar un sitio.

Será que el dinero tienta, como nos mostraron los estos chicos que en septiembre del 2005 daban 10 razones para aborrecer la publicidad, y desde hace un año largo viven de ella en el Mundo Real (c).

"Cosas vederes, Sancho..."